DIALOGOS CON ANUBIS by URBOREAS

autor:URBOREAS
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788416233304
editor: EDITORIAL SIRIO
publicado: 2016-12-13T00:00:00+00:00

Diálogo-explicación de Anubis

—Anubis, no sé si de este sueño tan extravagante se puede extraer algo que pueda servir a otras personas, o simplemente se trata de un eco de conflictos personales.

—Ya te he dicho que no hay nada exclusivamente personal, y que lo que te afecta a ti afecta a todos en mayor o menor medida.

—¿Quieres decir que esta extraña separación onírica de mi marido afecta también a otras personas?

—Quiero decir lo siguiente: existe un 'cuerpo colectivo familiar', una red colectiva constituida por las parejas y sus hijos. Es como una red de conciencia y al mismo tiempo como un ente, porque tiene cierto grado de autoconciencia. Ese 'cuerpo colectivo familiar' anhela su propio bien, su plenitud. El 'mal' o las dificultades que puedan vivir cualquiera de los millones de parejas o sus hijos van a afectar a esta entidad familiar. Por eso, es imposible proyectar un daño a otra pareja (o familia) sin sufrir en las propias carnes una repercusión de esto, aunque sea indirecta.

—Entiendo. Pero, además, ¿estás sugiriendo que algo o alguien ha proyectado, tal como yo presentía en el sueño, energía dañina hacia mi familia?

—No lo estoy sugiriendo: lo estoy afirmando.

—¿Y cómo puedo resolverlo?

—¿Tú? No está en tus manos resolver algo así.

—¿Y, entonces, quién puede hacerlo?

—El Cuerpo Colectivo Familiar del que te he hablado o, mejor dicho, Dios a través de ese cuerpo colectivo.

—Pero yo personalmente ¿qué puedo hacer para contribuir a cambiar esta situación?

—Puedes unirte deliberada y conscientemente al Cuerpo Colectivo Familiar para permitir que su sabiduría actúe en ti, en tu hogar y en tu entorno, como actuaría de no ser porque tú se lo impides.

—Un momento, ¿insinúas que estoy poniéndole trabas a mi propio bien? ¿Estás diciendo que Lo Uno, a través de su faceta 'familiar', intenta sanar algo en mi propia familia, pero que yo entorpezco esa acción curativa?

—Efectivamente.

—Pero ¿por qué iba a hacer yo algo así? No soy consciente de ello.

—Por miedo a la violencia.

—¿A qué te refieres?

—Tienes miedo de que 'alguien' de tus relaciones, directas o indirectas, resulte castigado o golpeado por la energía de una acción defensiva y protectora de tu hogar. En otras palabras, temes que quien os hace un daño sufra a causa de ello.

—Hum... No sé.

—Claro que sí. Tú, y mucha gente como tú, invocáis a la Justicia Divina cuando otras personas os causan dificultades que interfieren en vuestra plenitud. Pero en realidad no deseáis que la Justicia Divina actúe, ni que 'sea', porque eso significaría que quienes actúan dañando vivan en su propia carne consecuencias tal vez 'difíciles', derivadas de sus actos... ¡Y no queréis ser tan 'violentos'...! Os da miedo de que, a causa de vuestra defensa, otras personas se sientan contrariadas o detenidas, porque claro, eso es violento.

—Pero yo no soy consciente de tener estos miedos.

—Vamos a desenmarañar esto un poco. Error número uno: creer que eres tú quien va a ser violenta con el culpable. Es decir, creer que el 'sufrimiento' que pueda vivir otro debido a sus actos, lo vas a provocar tú.

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